El documental es tan emotivo que ha logrado incluso que Courtney Love y Frances Bean Cobain, productora de la cinta, se dejaran fotografiar abrazadas, algo poco común dada la ‘especial’ relación de madre e hija.
“Yo sólo quería dar Frances unas horas más con su padre”, aseguró Morgen durante la presentación del filme.
Todos sabemos que Kurt fue un padre cariñoso, pero el largometraje nos deja ser testigo de esto mientras se ve al cantante rodando por el suelo con su hija y cómo ella se ríe a carcajadas.
Así, queda claro que el documental no va sobre el portavoz de una generación, sino que cuenta la historia de un ser humano, y un marido y un padre.