El Real Madrid empezó con más ganas -tenía que defender su casa-. Cristiano mostró detalles de esos que a él le gustan y el equipo se logró acomodar en la cancha. Pero el Barcelona fue el invitado que trajo el fútbol y a Luis Suárez no le puedes dar un metro de espacio. Te mata. El uruguayo se inventó un remate a tres dedos y abrió el marcador. Los merengues se ahogaron.
Empezó el recital de Iniesta. El español dirigió la sinfonía culé y durmió al Madrid con su talento. Puso un pase tremendo que terminó en gol de Neymar y luego fusiló a Keylor Navas con un derechazo imparable. Barcelona en su mejor versión. Una locomotora a toda máquina.
James lo intentó -de pronto fue el único del equipo- un par de veces. El colombiano se animó con dos remates de zurda y levantó al público en el Bernabéu. Pero Benítez sigue con su plan y lo sacó de primero para darle entrada a Isco. Justo cuando Messi volvía al campo.
El Caballero repite, dicen, Suárez no quería perderse la oportunidad y después de otra jugada perfecta del Barcelona puso el cuarto. El clásico es culé. Pañuelos blancos en el Bernabéu.
https://youtu.be/rOKYsqCqHG8