La banda terminó su etapa de conciertos en el Forum de Los Ángeles con un quinto concierto en el que se produjo una historia única por un fallo técnico.
Justo en el momento en el que Bono y The Edge tenían que interpretar ‘Every breaking wave’, el piano que acompañaba al cantante no quiso funcionar correctamente, lo que obligó a improvisar.
Mirando las personas que estaban en primera fila, Bono reconoció a un imitador de Elvis Presley, al que le dijo que siempre había querido conocerlo y que le encantaban sus primeros discos.
En medio de la improvisación, Bono invitó a subir al imitador de Elvis y terminaron cantando ‘Can’t help falling in love’, una de las baladas más recordadas de Presley y que Bono ya cantó cada noche durante la gira Zoo TV de U2.
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