Arrancando con una introducción a cargo de un coro de niños, un solo de batería sirvió para abrir el fuego y dar paso rápidamente al gran éxito "Locked Out of Heaven".
Sin mucha espera, Mars presentó su segundo hit, "Treasure" y después demostró su capacidad para fusionar el soul, el pop y el rock integrando en su espectáculo a los Red Hot Chili Peppers.
Anthony Kiedis y el resto de la banda puso a saltar a todo el estadio Metlife con su clásico "Give it Away".
La banda californiana con su estilo descomplicado y muy rockero, solo necesitó un par de minutos para demostrar que siguen en buena forma y ceder de nuevo el protagonismo a Mars.
Esta actuación del Super Bowl tuvo un gran despliegue tecnológico, en el que los leds de los gorros de los espectadores ofrecieron un despliegue de luces muy novedoso y que se sumó a los habituales fuegos artificiales que pusieron fin al espectáculo.
Antes del partido, la música corrió a cargo de Queen Latifah, que cantó la patriótica "America the Beautiful" y de la soprano Renée Fleming, que se ocupó del himno nacional.
Los más de 100 millones de personas que se sientan ante el televisor para disfrutar del encuentro son el objetivo de las empresas más potentes del mercado, que este año pagaron hasta 4 millones de dólares por 30 segundos en pantalla.
Los famosos también hicieron acto de presencia durante el partido, aunque quien más atención atrajo fue sin duda el exjugador de fútbol americano Joe Namath, que se presentó ataviado con un extravagante abrigo de piel.
El exfubtolista David Beckham, el cantante Paul McCartney o actores como John Travolta, Kevin Costner o Michael Douglas fueron otros de los que vieron el partido desde los palcos VIP del estadio MetLife en East Rutherford (Nueva Jersey), a un paso de la Gran Manzana.