Un ladrón entró a una panadería para; sin embargo, solo consiguió llevarse puños y patadas con la violenta reacción de los clientes del lugar.
El delincuente tenía toda la intención de intimidar a todas las personas que se encontraban en el lugar, pero olvido llevar un arma consigo. Este fue un detalle que los alentó a darle su merecido al delincuente.
Teniendo en cuenta que eran varios clientes, el ladrón no pudo escapar a su castigo.
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