Bill Gates lo hizo. Y ahora lo ha hecho Sting. El músico británico quiere que sus seis hijos se ganen la vida y por eso les ha negado la herencia.
"Obviamente, mis hijos saben que si caen en serios problemas, los ayudaré, pero nuestra ética vital es que hay que ganarse la vida, y ya les he dicho que no habrá dinero cuando yo me vaya", afirmó Sting al ‘The Sunday Times’.
El músico, de 62 años, ha juntado durante su vida profesional unos 280 millones de euros provenientes de la venta de discos.
"Mis hijos saben que nosotros llevamos un tren de vida caro y tenemos numerosos compromisos sociales, y hasta el momento no han pedido más de lo que yo creo que hay que darles para que se hagan su propio lugar en la vida", agregó.
Sting recuerda en la entrevista que el hecho de haber nacido en una familia de clase trabajadora le permite adaptarse a todas las formas de vida. "Durante años actuaba en escenarios por 10 libras (16 dólares) la noche", recuerda en la entrevista.
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