Jugaban un partido por la Segunda B de Argentina Deportivo Morón y Barracas Central, cuando dos compañeros del Morón, Gastón Montero y Jonathan Páez, se agarraron a trompadas en el terreno de juego, siendo expulsados por el central del partido. «En mi época, si me tenía que agarrar a piñas, lo hacía en el vestuario, en el túnel, pero nunca en una cancha», comentó el entrenador de estos dos chafarates. Al parecer todo empezó porque el uno no le pasó el balón al otro.
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