El icono del rock utilizó estas grabaciones de acetato, cortados en tiempo real y reproducibles en un tocadiscos regular, para intentar averiguar qué funcionaba y qué no en las canciones que estaba componiendo.
Gold afirmó que los discos, que miden entre 25 y 30 cm, se encuentran en muy buenas condiciones después de haber sido almacenadas en cajas marcadas como “Discos Viejos” por más de cuatro décadas. El hombre que vendió los acetatos a Gold vio la dirección de Columbia Records y el título de una canción de Dylan escrito, y supo que podría tratarse de algo de valor. Las cubiertas contienen notas escritas por Dylan y su productor Bob Johnson, que indican qué tomas eran buenas, así como algunos garabatos del músico. Johnson confirmó su propia letra y la de Dylan al coleccionista de grabaciones.
Gold declara que, aunque Dylan afirmó que creía que Self Portrait ”no gustaría” a sus fans, los acetatos demuestran cuánto empeño puso en refinar cada canción. También dice haber descubierto 10 diferentes secuencias del álbum, así como algunas de ‘New Morning’ que incluyen una secuencia de 10 canciones.