Se trata de una cerveza llamada Mack, que, de acuerdo con uno de los dueños de la empresa, sufrió un inconveniente durante su producción, y el líquido quedó contaminado, dando como resultado que muchas bebidas salieron a la venta con ese desagradable olor.
Las recientes temperaturas de Noruega empeoraron la situación, y entonces después de vender decenas de miles de latas y recibir igual o mayor cantidad de quejas, la fábrica reconoció el problema en el proceso de producción, y decidió dejar el negocio.
"Estas bacterias no son dañinas, son comúnmente utilizadas en los productos lácteos tales como yogures, pero también puede generar un olor y un sabor desagradable en la cerveza", explicó en relación a la contaminación que sufrieron las bebidas, el director de Mack, Roger Karlsen, de acuerdo con el sitio The Local.
Las recientes temperaturas de Noruega empeoraron la situación, y entonces después de vender decenas de miles de latas y recibir igual o mayor cantidad de quejas, la fábrica reconoció el problema en el proceso de producción, y decidió dejar el negocio.
La empresa decidió dejar de vender la bebida, luego de recibir infinidad de quejas por parte de los consumidores, debido al aroma similar a un gas estomacal que se desprendía de la misma