La relación entre Ozzy Osbourne y los murciélagos nunca ha sido buena. Hay que recordar el famoso concierto que, gracias al músico, quedó bautizado como "el terror de los murciélagos". Los que no recuerdan la historia, Ozzy decapitó un murciélago en pleno concierto con la boca porque pensaba que "era de juguete".
Al parecer el karma existe y por eso, los murciélagos cobraron venganza. El músico inglés se alistaba para hacer algunas remodelaciones en su finca de Buckinghamshire, hasta que halló un criadero de murciélagos y búhos en el gallinero de su antiguo granero.
Estamos seguros que una de las ideas que tuvo Ozzy fue morderles la cabeza; sin embargo, hay que recordar que estos animales están amparados por una norma: la Ley de Vida Silvestre y el Campo de 1981, la cual defiende los hábitats de especies y si el músico quiere hacer algunas de sus reformas inmobiliarias, la ley habría sido puesta en práctica haciéndolo incurrir en delito.
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