En el escrito habló sobre la primera vez que los escuchó en una emisora en San Francisco; Ulrich afirmó que desde ese momento: “comenzó una larga y gratificante relación con un sonido, con una aproximación y una forma de mirar al mundo que ha tenido un gran impacto sobre mí y ha ayudado a moldear la persona que hoy en día soy”
Además, agregó, explicando el impacto cultural que Oasis tuvo en Inglaterra a mediados de los noventas, “quien sea que fueras o en donde sea que estuvieras estaba sucediendo, lo sentías… en las calles, en los bares, en la prensa musical, en la radio, en los medios de chismes, en los conciertos, afectando todo desde cómo la gente se vestía, la forma en que cortaban su pelo, a qué equipo de fútbol apoyaban, la forma en que las personas se comunicaban, el acento… la lista sigue y sigue. (…) El fenómeno de Oasis atravesó todas las formas y tamaños, las fronteras y las clases”
En definitiva para el baterista de Metallica, Oasis ha sido la banda sonora de su vida por los últimos 20 años, “Tengo historias y fotografías en mi mente que van con todo, desde la primera vez que escuché canciones en particular o leí ciertos artículos, hasta cuando escuché sobre sus fechorías y fiestas. Y afortunadamente he disfrutado haber compartido y cruzado caminos con ellos durante los años”, concluyó.