Así, los miembros del grupo se introducen en un gran cubo hermético, absolutamente sellado, y tocan en su interior hasta que ya no queda oxígeno para respirar.
En el primer intento, los cinco voluntariosos miembros de Unfathomable Ruination aguantaron nada menos que 14 minutos, una marca que después lograron ampliar hasta 19 minutos en sucesivos intentos.
“La duración de la performance está limitada al tiempo que dure el oxígeno. Fuera del cubo, el público observa estas extrañas vibraciones, pudiendo ver sólo la entrada y la salida de los músicos de su lugar de interpretación”, afirmó Onofre.
Las ‘actuaciones’ tienen lugar a los pies del edificio Gherkin en la City de Londres y, como es de suponer, no ha dejado indiferente a todos los que trabajan en este famoso distrito financiero, nada habituados a este tipo de distracciones.