La idea es que este estadio, que está nuevesito, que tiene capacidad para 44000 personas y donde apenas se programaron cuatro cotejos, ayude a reducir el hacinamiento en las cárceles brasileras.
Una idea interesante que podríamos implementar en tierras chibchas, aunque los estadios que tenemos tampoco darían abasto para nuestros presitos y presitas.
A construir pues.