Además de ser un rockstar, Paul McCartney es un gran fan de la NBA y celebró como nadie durante el encuentro que disputaron Brooklyn Nets y Philadelphia en la jornada de ayer.
Y como si fuera un niño, el ex integrante de Los Beatles se levantó del asiento y vibró con el partido, incluso se emocionó cuando vio que los lanzadores de camisetas de promoción se acercaban a su zona al descanso.
Paul, para mala suerte, se quedó sin premio , pero se fue feliz ya que el equipo de Brooklyn se impuso con facilidad a los Sixers por 130 a 94.
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