Un hombre quiso ser muy creativo y no sé le ocurrió mejor idea que jugarle varias bromas a su novia con supuestas pedidas de matrimonio.
Primero el joven se acercó a su novia para sorprenderla, y se arrodilló frente a ella como si se tratara de una petición de matrimonio, pero no fue así, ya que solo lo hizo para atarse los pasadores.
Después, cuando los dos se encontraban en un restaurante, él pidió silencio a todos los presentes para hacer un anunció importante; sin embargo, la petición de boda nunca llegó.
Finalmente, la pareja se dispuso a caminar en un parque y escucharon a unos músicos tocar una canción especial para ellos. Para mala suerte de la novia, la propuesta que esperaba no se realizó.
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