Palabras más palabras menos, el problema fue que la puerta de su cuarto se cerró detrás de él, dejándolo en los pasillos del hotel sin nada de ropa.
No se puede ignorar que lo intento, y de tantas vueltas que dio y de analizar cuál sería su próxima jugada, el hombre agarró unos platos de la bandeja para tapar sus partes íntimas y bajó al lobby, frente a la mirada atónita de la gente que no comprendía lo que sucedía, para pedir ayuda.