Apareciendo en el escenario con un retraso de 25 minutos (a pesar de que su concierto se retransmitía en directo por una de las emisoras de la BBC), un relajado McCartney saludó a los 200 "ciudadanos aleatorios" que fueron seleccionados de entre un total de 66.000 peticiones de entrada. El público, entre los que estaba el actor de Star Trek Simon Pegg, era ciertamente más íntimo y personal de lo habitual. McCartney tuvo que rechazar la petición de autógrafo de un fan a mitad de concierto, con un "como si no tuviera ya suficiente que hacer… "
El concierto comenzó con una versión muy rockera de Coming up seguida de Save us, de su nuevo álbum New. Respaldado por toda su banda, también tocó una ruidosa versión de Junior’s farm, de 1974, antes de que llegara la primera canción de los Beatles de la mañana, We can work it out.
"Creo que ésta la hicimos en este estudio hace muchos años", ha dicho el músico con una sonrisa. "Pero también puede ser que no…"
Pero si sus recuerdos de la época de los Beatles han parecido ser difusos, donde sí ha estado extremadamente centrado el músico ha sido con sus nuevas canciones, interpretando sentado al piano New y Queenie eye.
Después volvió a los Beatles para el gran final, provocando un karaoke inmenso en Ob-La-Di, Ob-La-Da y Get back, antes de irse con un aplauso salvaje. Con otra actuación programada justo después para Radio 2, otra emisora de la BBC, se resistió a los gritos que pedían un bis.
Durante la actuación, McCartney ha parado a menudo para charlar con la presentadora Lauren Laverne, comentando que su regreso a Maida Vale ha sido "maravilloso" y señalando una foto de la pared de "cuatro jóvenes muy guapos y ¡no son One Direction!"
Los Beatles a menudo grababan varias canciones durante las cortas sesiones en el estudio. “Entonces no teníamos otra opción. La gente nos decía id allí, haced esto, y nosotros lo hacíamos", ha señalado.
También ha revelado que todavía le pone nervioso cómo la gente recibirá su nuevo disco. "Cuando haces un disco, lo haces para ti", ha dicho. "Entonces, hacia el final del proceso, te das cuenta de que tendrá que presentarse a un examen que no te apetecía hacer".
McCartney también ha dicho que ha sido importante trabajar con cuatro grandes productores –Giles Martin, Mark Ronson, Ethan Johns y Paul Epworth – en New. "Yo les digo, ‘de verdad necesito vuestra opinión", ha comentado riéndose. "Si grabo unas voces de mierda, decidme… y yo os ignoraré".
McCartney también ha respondido algunas preguntas del público, aconsejando a un aspirante a músico: "Sigue en ello. Cuanto más practicas, más aprendes, y, con suerte, mejoras. Aunque a lo mejor no…".
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