“Para hacer un disco político hubiera necesitado más reflexión y más cocaína”: Calamaro

Rolling Stone ha escuchado el nuevo trabajo de Andrés Calamaro, Bohemio, que verá la luz en septiembre.

Laura Moreno

Para los tiempos que corren, tampoco le ha salido un disco político, y eso que ya en El salmón y Honestidad brutal el argentino incluyó algunas canciones mordaces como Clonazepán y circo, No tan Buenos Aires o –aún más evidente- Un poco de diente por diente. "Cuando escribo textos políticos, salen después de mucha conversación y mucha reflexión, y acá estaba en otra política: la de satirizar mi libertad extrema. Es otra forma de ver la política. Para hacer un disco político, hubiera necesitado más reflexión y más cocaína… ¡uy, perdón! Eso es lo que no quería decir" [ríe].

A primera escucha, con Bohemio ocurre algo parecido que con La lengua popular: es un disco que, si bien no figura entre las grandes obras de su carrera –le falta inspiración para poder compartir podio con Alta suciedad y Honestidad brutal-, supera con creces el irregular On the rock y supone un cambio de rumbo esperanzador que nos hace pensar en el regreso del mejor Calamaro. Aquí te dejamos nuestras primeras impresiones canción a canción:

1.Belgrano: El disco comienza con una guitarra acústica y la voz de Andrés, que dedica este tema al malogrado Luis Alberto Spinetta, "nuestro héroe", dándole gracias por "la mágica armonía" y firmando una canción de tintes folk que recuerdan a su faceta dylaniana. Coloreado por unos elegantes arreglos de pedal steel guitar, el tema se sitúa entre lo mejor del álbum.

2.Cuando no estás: Llega la hora de escuchar el primer single –verá la luz el 30 de julio-, una canción pop en el sentido más calamariano del término. "Cuando no estás, la soledad me aconseja mal", canta el argentino.

3.Tantas veces: Calamaro versionando a Calamaro: "Dicen que para escribir hace falta sufrir", e incluso evocando un verso de Ariel Rot que cantó en su etapa con Los Rodríguez: "El corazón es un músculo que necesita acción" -¿No habíamos escuchado algo parecido en Mucho mejor?-.

4.Rehenes: Casi hemos llegado al ecuador del disco y la atención comienza a bajar en este tema que no aporta demasiado. De nuevo escuchamos ecos del pasado cuando Andrés canta: "A veces mataría por cinco minutos más". También puedes escuchar la frase en Mi funeral 11 (El salmón) y 5 minutos más (La lengua popular).

5.Nacimos para correr:
Calamaro consigue engancharnos de nuevo con un corte en el que vuelve a estar inspirado en los textos y en el que Julián Kanevsky nos regala un bonito solo de guitarra slide.

6.Bohemio: La canción que da título al disco comienza con sonidos fronterizos para después transformarse en un tema pop en el que sobresalen versos como: "Le robé palabras a tu ausencia para tratar de seguir", y "Permíteme que me incline ante tus ojos cuando el cántaro se rompa".

7.Plástico fino:
El episodio tóxico del álbum. Como dice su autor, "la letra más cruda, la más venenosa". Un guiño a Radio Futura y su Veneno en la piel –que curiosamente versionó el propio Calamaro en un álbum tributo a la banda de los hermanos Auserón- "El tiempo viene envuelto en plástico fino", canta.

8.Inexplicable:  "El bohemio confiesa que tiene miedo de haberse pasado dos pueblos de la raya y perder a su amorcito", explica el autor. Llegamos a la recta final del disco cuando, ¡zas!, vuelve el rock. Calamaro sube el voltaje y despacha una canción con una estructura de acordes que recuerda a I will survive, lo cual no desentona tanto si se piensa que este es un disco de rehabilitación y de sobrevivir a los malos tragos de la vida.

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