La actuación de Mumford & Sons anoche en Glastonbury, la primera de la banda tras la cirugía a la que se sometió el bajista Ted Dwane, acabó con una versión de With a Little help from my friends (Con un poco de ayuda de nuestros amigos) de Los Beatles, para la que contó con miembros de Vampire Weekend, the Vaccines y los grupos de folk-rock First aid kit y The Staves. En la versión muy estilo Joe Cocker, volvió a aparecer el fénix que expulsaba fuego en lo alto del escenario Pyramid, como ya hizo en el concierto de los Stones la noche anterior.
“Es un momento enorme para nosotros”, dijo el frontman Marcus Mumford para introducir el último tema. “Sabíamos que éramos los encargados de cerrar el festival, así que pensamos que debíamos hacer la canción adecuada, con la gente adecuada”.
La versión sorpresa propició uno de los mayores momentos karaoke del festival y puso la guinda a una actuación muy emocional de la banda, habitual del festival, pero que este año se estrenaba como cabeza de cartel.
“Va a hacer seis años de que formamos el grupo”, dijo el teclista Ben Lovett a la multitud, mientras estrenaba Roll away your Stone. “Los Rolling Stones llevan siendo una banda mucho más tiempo y la gran diferencia entre ellos y nosotros, es que ésta es la quinta vez que actuamos en Glastonbury. Nos traéis cada año, muchas gracias por todo”.
“Sentimos de verdad que no hemos hecho nada especial para estar aquí”, añadió Mumford después, “pero nos sentimos orgullos y honrados de estar aquí, y creemos que ha sido gracias a nosotros”.