Se trata de Erik Norrie quien disfrutaba de las mejores vacaciones en las islas Bahamas junto a su familia hasta que durante una sesión de buceo fue atacado por un tiburón. ‘Cuando miré hacia atrás, el tiburón acababa de morderme, y pude ver cómo se alejaba con un pedazo de mi pierna en la boca’, aseguró el hombre.