Aún se desconoce qué es lo que sucedió, verdaderamente, en el momento de la caída:
"Le inyectaron una medicina y tosió, luego de estar muerto. Allí decidieron salvarlo", dijo su padre al Daily Mail.
Cuando Lee despertó, el cirujano le entregó una caja hermética, donde estaba la mitad de su cerebro. "Ni siquiera recuerdo haber caído", dijo el joven turista que permaneció dos semanas en terapia intensiva.
Volvió a Gran Bretaña el 18 de enero, acompañado por un plantel médico. Está aprendiendo a hablar y a moverse, de nuevo. Con la parte de su cabeza que descansa en un recipiente estéril, construirán una placa de titanio para volver a armar el cráneo.