El hombre, de 56 años, tenía una cita con la oficina de empleo en el estado federado de Estiria, en el sur de Austria, ante la cual decidió cortarse el pie izquierdo, a partir del tobillo.
Luego, se arrastró hacia un teléfono y llamó a una ambulancia, que acudió al lugar de los hechos en pocos minutos y que apenas pudo estabilizar la situación ante la enorme pérdida de sangre que había sufrido el hombre.
El hombre fue trasladado en helicóptero a una clínica de Graz, donde se encontraba en un coma inducido y con su vida aún en peligro.