Entonces, dentro de la caja y debajo de la pizza grande de mozzarella, incluyen una foto porno, que el cliente va descubriendo a medida que come las porciones.
El creador de esta propuesta dijo que se había inspirado en las películas pornográficas protagonizadas por repartidores de pizza, que acuden a la casa de mujeres solas."No se corre el riesgo de perder dinero apelando a un pequeño denominador común. Todo el mundo lo sabe: el sexo vende", dice Wildeman.
Por supuesto, no faltan críticos de esta idea, pero, según se confirma, el 75% los clientes de “Porno Pizza” no son adolescentes, sino mujeres.