Un joven estudiante inglés llamado Marc Rodwell ha llegado a perder 95 kilos de peso en un año y medio jugando a Rock Band. Obviamente, no le ha bastado con jugar a la consola para semejante cambio: Rodwell ha combinado una estricta dieta recetada por un médico con trabajo duro en el gimnasio. El uso metódico diario de este juego es un añadido al ejercicio que realizaba; gracias a él consiguió quemar más de 1.000 calorías diarias adicionales. "Añadí Rock Band a mi rutina de ejercicios y los resultados fueron sorprendentes", explica Marc en declaraciones a diversos medios ingleses. "Con Rock Band realmente sudas la camiseta. Toco todos los instrumentos, pero sobre todo la batería".
Está claro que los videojuegos son, en líneas generales, una actividad sedentaria; pero algunos títulos, como los juegos de danza o de ejercicio, son también una buena forma de hacer deporte. En el caso de Rock Band, cualquier persona que haya tocado alguna vez la batería (o visto a un baterista tocar de cerca) sabrá que puede ser una actividad física muy exigente. "Un día toqué cada canción de mi lista durante ocho horas, y estaba reventado…", comenta Rodwell. "En una sesión puedo quemar mil calorías: usas los brazos para los tambores y los pies para los pedales".
Marc Rodwell pesaba algo más de 220 kg con sólo 22 años.