Según el propio Singh, un sacerdote le garantizó que tendría un descendiente si no se lavaba ni cortaba el cabello. Hoy, luego de 38 años sin darse una ducha, Kailash es el hombre más sucio del mundo y todavía no pudo tener un sólo hijo varón: es padre de seis mujeres.
Sin embargo Singh no pierde las esperanzas. A los 66 años sigue sin lavar su cuerpo en búsqueda de un niño. Pero las perspectivas no son buenas, ya que su mujer tiene 60 años y biológicamente es poco probable que pueda quedar embarazada.