Un hombre mayor, desesperado, denunció que su hijo, Hernán Almirón de 35 años, había desaparecido tras el partido de la Selección argentina con la de Chile.
El papá, quien denunció a su hijo, temía por la vida de su hijo y pensó que podría haber sido víctima de algún delito o secuestro, ya que conducía un VW Suran azul oscuro con vidrios polarizados, patente KOT 976, llevaba en su poder una cantidad de dinero considerable, y supuestamente, había desaparecido sin dejar rastro alguno.
La denuncia, activó de forma inmediata una circular que se remitió a las comisarías de toda la provincia y que puso en marcha un impresionante operativo de búsqueda, en el que se utilizaron centenares de hombres y vehículos de la Brigada de Investigaciones, de la División de Lucha contra la Trata de Personas, del 911, de la División de Seguridad Urbana y hasta de Gendarmería Nacional.
Ninguna de las acciones desplegadas aportó novedades sobre la suerte de Hernán Almirón, quien es casado, padre de tres hijos y quien se desempeña en la tesorería de la empresa estatal Saeta.
Familiares y amigos del desaparecido empapelaron las calles con un aviso en el que se observaba su fotografía, se aportaban las características de su vestimenta y figuraban tres teléfonos para aportar información.
Así fueron transcurrieron las horas, hasta que finalmente el hombre apareció en el motel ‘Las Palmeras’.
En el interior del establecimiento, el supuesto "perdido" había comprado una gran cantidad de bebidas.
De acuerdo a lo que publica el diario ‘El Tribuno’, dos días después de su desaparición, cuando caía la noche, decidió dar por terminada su prolongada fiesta. Sin embargo, antes de dejar su habitación, cayó en cuenta que se había gastado $2.000 en alojamiento y que las chicas le habían ayudado a hacer desaparecer el resto del dinero que llevaba.
Pero eso no era todo: cuando se disponía a dar arranque al vehículo descubrió que no tenía una gota de nafta, por lo que, desesperado, llamó a un amigo para que lo auxiliara.
El amigo, que también participaba en la búsqueda, dio aviso a la familia de Almirón y a las fuerzas policiales para desactivar el gigantesco operativo. Al principio el padre del hombre se alegró, pero cuando supo cómo y con quién fue hallado, se indignó.
Los investigadores policiales manifestaron también su malestar e indignación por el caso. “Habíamos recibido la fotografía del hombre y la estricta orden para buscarlo; nos dijeron que recorramos cada rincón hasta hallarlo”, dijo uno de los agentes.
“El hombre llamó a un amigo, a quien le dijo que no tenía nafta en el auto. Esa persona fue el primero en llegar al motel, después se hizo presente la Brigada de Investigaciones y un médico legal. El “perdido” se fue tranquilo a su casa y en el albergue solo quedaron su auto y las mujeres”, contó.