No conduce ella, pero quizá tampoco le haga falta. Lana del Rey se ha pasado de la ropa lowcost de firmas como H&M, de la que es imagen para este otoño, a ponerle rostro a la campaña del nuevo Jaguar F-type. Un cochazo de unos 60.000 euros en el que la cantante no llega a subirse para las fotos, pero quizá aluda a su canción ‘Driving in cars with boys’.
Lana aparece saliendo de una piscina con un bañador en color beig de estética años cincuenta, una pamela de paja y con sus muñecas vestidas con unos brazaletes de oro de alta gama. Lujo sensual para atraer a un público más joven con poder y aspiraciones económicas.
Como si la tapicería de cuero del susodicho Jaguar no fuera suficiente. Adrian Hallmark, director de Jaguar ha dicho al respecto: “El encanto de Jaguar es en gran parte debido a su dualidad, una mezcla única de autenticidad y modernidad, dos valores que creemos que comparte Lana en cada uno de sus logros profesionales”. Un medio neoyorquino decía sobre la noticia, ‘Born to drive?’, en alusión a su canción ‘Born to die’. Ella ha nacido para lo que le dé la gana.
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