Momentos más tarde, el hombre se vio sorprendido por otro malhechor, quien le robó el automóvil en el que llegó a la escena del crimen.
Lo más irónico del suceso es que el primer ladrón, llamado Mauricio Ferro, acudió a la policía para reportar el robo de su auto y allí coincidió con el dueño de la farmacia que había asaltado.
El comerciante identificó al maleante, quien fue detenido y puesto a disposición de las autoridades. "La violencia es tanta que sales a asaltar y regresas todavía más pobre. La gente no pude ni llevar la vida deshonestamente", declaró Ferro.