El cuerpo que la familia había reconocido el domingo era, en realidad, el de un hombre que se parecía mucho a Gilberto Araujo pero cuya identidad sigue siendo desconocida este martes.
"Todo el mundo tuvo mucho miedo. Las mujeres se desmayaban, las personas corrían para todos lados", contó Maria Menezes, que estuvo presente en el inusual velorio en Alagoinhas, a 100 km de Salvador de Bahía.
"Un amigo me dijo que había un féretro y que yo estaba dentro. Entonces le dije: ‘Pero yo estoy vivo, ¡pellízcame!’", contó Gilberto.
Uno de sus hermanos, José Marcos Santana Santos, explicó que la última vez que alguien de la familia había visto a Gilberto había sido hacía cuatro meses. "Gilberto sólo aparecía algunas veces por año y pasamos mucho tiempo sin verlo. Vive en Alagoinhas pero cada día está en un lugar diferente", dijo a G1.
"Estoy muy contenta porque ¿qué madre que da a un hijo por muerto no se llenaría de alegría de verlo nuevamente en vida?", expresó Marina Santana.