Las fuerzas de seguridad indicaron que el matrimonio salió de la casa y llamó a la policía, que encontró al hombre, de 27 años, profundamente dormido y semidesnudo.
El individuo exclamó "¡Esta no es mi casa!" al despertar. Explicó que fue a beber después de dejar dormidos a sus hijos en su propio hogar, que está cerca de la otra vivienda. Los menores fueron entregados temporalmente a los vecinos hasta que el padre, acusado de intrusión ilegal, fue puesto en libertad bajo fianza.