Según Sarah Haigh, experta en nanotecnología de la Universidad de Manchester y responsable de la investigación para la fabricación del aparato, éste podría producir agua tan segura que se podría incluso beber, informa el diario británico Daily Mail.
Se trata de un dispositivo que contiene una mezcla de bacterias y diminutas nanopartículas de metal que reaccionan con el agua para extraer hidrógeno útil, mientras el resto se filtra de nuevo para producir agua potable.
La suma inicial que se llevó el equipo para financiar su investigación fue de 100.000 dólares, pero si logra demostrar que las reacciones químicas que proponen realmente funcionan recibirán un millón más de dólares el próximo año.
Los científicos planean tener un prototipo listo para el año 2013 y aseguran que esta tecnología será de gran importancia en países en vías de desarrollo ya que gracias a ella se conseguirá reducir la contaminación y disminuir los costes de eliminación de residuos.
Es más, de acuerdo con la investigadora, los resultados podrían marcar la diferencia entre la vida y la muerte en aquellas regiones que carecen de suministros de agua limpia.