Marylin Manson se prueba como plástico
El cantante estadounidense presentó en México la exposición The Path of Misery
El cantante estadounidense presentó en México la exposición The Path of Misery
Las 30 obras que se expondrán en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, realizadas entre 1999 y 2008, fueron creadas en su mayoría utilizando fotos como modelos. En ellas Manson plasma el horror, el sufrimiento, el miedo y la sexualidad.
Sus pinturas se caracterizan por presentar criaturas heridas, grotescas, camino al sufrimiento y al dolor, confeccionadas mediante contornos difuminados y trazos y colores intensos. "El arte es lo que me hace feliz, nada menos. Es mi manera de hacer que valga la pena vivir, y mostrarlo a la gente lo vuelve aún mejor", dijo Manson.
Durante la rueda de prensa de presentación de la muestra, el artista indicó que fue pintor antes que músico, y que se encuentra feliz haciendo ambas cosas. "Cuando Manson hace pintura se aparta de la música y viceversa. Sin embargo, ambas disciplinas tienen en su vida la misma importancia", señaló la organización del evento. Y para explicar su trayectoria como artista aseguró que "la vida es muy simple: si haces algo que te gusta, vuelve a hacerlo".
El músico realiza su producción pictórica por las noches, en soledad, "cuando sus sentimientos más íntimos afloran y puede expresar su manera excéntrica de mirar al ser humano", explicaron los organizadores. Manson señaló a Salvador Dalí, Marcel Duchamp y Egon Schiele como sus principales ídolos e influencias en el mundo del arte.
En México exhibirá algunas obras inéditas, si bien muchas otras ya han sido expuestas con anterioridad en diversas ciudades de Europa y Estados Unidos.
Entre las obras que presenta se destaca When I get old, un autorretrato "cuya inevitable degeneración lo muestra encorvado y decrépito bebiendo ajenjo, sustancia que Manson utilizó para ejecutar esta pieza", señaló la dirección de la muestra.
The Path of Misery está organizada y producida por 212 Productions y dirigida por Ingrid Barajas y Abel González, en colaboración con el Antiguo Colegio de San Ildefonso