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El rock retumbó en el Vive Latino 2011

Laura Moreno
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Más de 30 mil fanáticos, los más puntuales en llegar al Foro Sol en la capital mexicana, cada día durante los tres que duró el festival de rock más grande de América Latina.

Sobre el estadio construido hace más de una década para recibir a Madonna, la temperatura alcanzó los 30 grados centígrados y la jornada apenas comenzaba.

Solamente el cartel del primer día incluía la participación de 35 bandas y estrellas del rock, como la tan esperada actuación del argentino Charly García, la banda estadounidense de rock alternativo que hizo historia en los años 90 Jane’s Addiction y la presencia exótica de la banda nipona de ska, Tokio Ska Paradise Orchestra.

Con la participación de las bandas no latinas, "el festival ‘Vive Latino’ ahora sí tiene alcances verdaderamente internacionales", dijo el reportero más longevo y respetado de la fuente de rock de México, Chava Rock.

En los distintos escenarios, El Rojo, El Indio, La Carpa Intolerante, respectivamente, se presentaron la banda franco-mexicana Les Estuches, los mexicanos de Cero Absoluto y Proyecto Gecko.

Es la primera vez en la historia del "Vive Latino" que los boletos se agotaron 15 días antes de la fecha de arranque, explicó un portavoz de los organizadores, la empresa Ocesa Prensenta.

Por lo menos, para el sábado, que es cuando se presenta la banda de rock mexicana Caifanes, quienes de "arrejuntan" después de casi dos décadas de vivir alejados y odiándose mutuamente, era casi imposible conseguir un billete.

Caifanes se formó en 1987 y se desintegró lentamente, de integrante en integrante, hasta desaparecer definitivamente en 1994. Al mezclar sonidos latinos con el rock clásico, cambiaron la manera de entender el rock mexicano.

El reencuentro de Caifanes es el más esperado del "Vive Latino 2011", pero no el único. También estás las reconciliaciones de la banda mexicana de heavy metal Mara y de Manchuria, banda mexicana que se formó solamente pasa sonorizar la película "Deveras me atrapaste" (1985), de Gerardo Pardo.

"Es el ‘Vive Latino’ de los reencuentros y eso es un atractivo extra de este año", dijo un asistente.

Conforme pasaban las horas, el ruido en el Foro Sol de la capital mexicana crecía en relación a la cantidad de gente reunida, y los 30.000 asistentes iniciales se convirtieron en 50.000, y poco después superaron los 80.000 asistentes.

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