Pero eso se terminó, según comentan, al ver el deterioro y las juergas patéticas que se pegaba su compañero Roonie Wood, y al parecer el angelito de su hombro pudo más que el demonio que le llevaba a beber. Finalmente, ha hecho acto de reflexión, así que tendremos Richards para rato, siempre y cuando cumpla la famosa frase "Durante estas 24 horas no beberé".
Así las cosas, esta misma semana la mísmisima Courtney Love, viuda de Kurt Cobain (líder de Nirvana), no se cortaba ni un pelo y aseguraba que quería conocer al guitarrista de The Rolling Stones para comparar el hígado del artista con el suyo.