Fue un cazador de serpientes —oficio bastante difundido en esa zona del mundo— el que ayudó a Eric Rantzau a sacar al animal de su casa de Virginia, en el norte de Australia.
"Estaba enroscada con tanta fuerza en torno a las tuberías que no podía moverla, pero al final salió lo suficiente como para agarrarla", comentó Peberdy, que recibe unas mil llamadas al año para atrapar serpientes.
La pitón, un macho, fue liberada a unos 2,5 kilómetros de la casa.