Por su estatus y la huella que dejó en el rock de los últimos quince años, todo hacía suponer que Nirvana era una mina de oro en cuanto a licencias por su obra se refiere. Sin embargo, según se informó en estos días, el legado musical del trío de Seattle dista mucho de ser un gran negocio.
Hace tres años, la viuda de Kurt Cobain, había vendido el 50% de los derechos sobre las canciones de Nirvana. Lo que para Courtney Love fue un gran negocio, significó un fracaso para la empresa que los adquirió.
De hecho, hasta la fecha, Primate Wave (principal comprador del paquete de licencias) sólo recaudó la suma de 2.300.000 dólares, cuando la perspectiva de negocio era de 50.000.000 en la misma moneda.
Para ubicar la situación en términos comparativos, vale decir que el videojuego Guitar Heroe le pagó a Aerosmith la suma de 5.000.000 de dólares por 24 canciones, mientras que compró en sólo 50.000 el tema “Breed” de Nirvana.
Algo parecido sucedió con las licencias para cine y televisión, donde la banda recaudó un estimado de 480.000 dólares por 13 composiciones, mientras que Jonas Brothers sumó a sus arcas alrededor de 1.000.000 de dólares por las ventas de 105 licencias sólo en el 2008.