"En una sociedad tribal, que una mujer desarrolle dientes complementarios es considerado un mal presagio no solo para ella, sino también para los miembros de su familia y para toda la sociedad. Para salvarla de los malos espíritus, la casamos con un perro", dijo Manki.
La pequeña Soni ha tenido que afrontar los atípicos esponsales por ser una "manglik", una persona astrológicamente maldita para el matrimonio, según la tradición hindú.
No es la primera vez que en la India se celebran matrimonios entre hombres y animales o incluso árboles, ya que algunos astrólogos creen que ello libera a la persona contrayente de ciertas maldiciones o de la mala suerte que le han asignado los astros.