Cerca de 2.500 policías eran los encargados de evitar cualquier tipo de inconveniente de orden público. Sin embargo, un policía resultó gravemente herido en su cara tras los disturbios que protagonizaron los jóvenes que pretendían ingresar al concierto en Bogotá sin pagar boleta.
Hacia las 7:30 de la noche, cuando la agrupación Iron Maiden tocaba su repertorio, un grupo de seguidores trató de acercarse a las inmediaciones del Parque Simon Bolívar, cerca al Museo de los Niños. Tras lo sucedido, la Policía Antimotines, con gases lacrimógenos y la ayuda de tanquetas, disuadieron a los agresores.
Así mismo, varios descontrolados arrojaron piedras, destruyendo vidrios de porterías y apartamentos de este sector de la ciudad. En la calle 53, entre carrera 50 y avenida 68, las señales de tránsito y teléfonos públicos fueron “víctimas” de los violentos, que según muchos aseguran, no son los fans de la banda, pues los que sí son verdaderos habitantes del Planeta Rock fueron ‘quienes compraron la boleta, acamparon, realizaron largas filas e ingresaron a disfrutar el concierto’.