Se reunieron unas 17 mil personas en el pabellón para recordarle. Cientos de miles se habían quedado a las puertas. Y, en televisión e internet, millones más seguían su funeral.
La llegada del féretro fue recibida por un coro de gospel que entonaba la canción Vamos a ver al rey. También cantaron, entre otros, Lionel Ritchie, Mariah Carey, Stevie Wonder o Jennifer Hudson. Unos con temas propios; los más, con canciones del "artista más grande que jamás haya vivido". Uno de los momentos más importante fue cuando su hermano interpretó el tema de la película de Chaplin Tiempos Modernos, que era el preferido de Michael, Smile.
Arropada por sus tíos (que se despidieron entre lágrimas y uno de ellos con el guante blanco de Victory) y abuelos la hija de once años de Michael, Paris, dijo las últimas y quebradizas palabras: "Desde que nací, fuiste el mejor papá que se pueda imaginar. Te quiero mucho".
El féretro con el cuerpo de Michael Jackson abandonó el recinto del Staples Center, sin destino conocido, por lo que hoy se mantienen las dudas entorno al lugar donde el artista descansará eternamente.
La policía de Los Ángeles dijo al canal FOX que el coche fúnebre se dirigió a un cementerio sin identificar, pero todo apunta a que no es el de Forest Lawn, donde la familia llevó a cabo un funeral privado antes del memorial que tuvo lugar horas después en el pabellón de los Lakers de la NBA.
El cementerio Forest Lawn Memorial Park de Hollywood, destino obligado para los mitómanos, es el lugar donde yacen Bette Davis o David Carradine.