La nueva fórmula provoca una desviación de la luz que hace que el objeto al que apunta se vuelva invisible y sólo se pueda ver lo que está detrás de él.
Jason Valentine y Xian Zahan son dos de los científicos que crearon este producto. Ellos dijeron: "estamos más cerca de hacer posible un manto de invisibilidad al haber demostrado que con ese nuevo material se puede doblegar la luz a nuestra voluntad”.