Los presuntos agresores eran "Ángeles del infierno", al parecer enfadados con Jagger después del trágico concierto del festival californiano de Altamont en 1969, en el que esa banda de motoristas estaba supuestamente a cargo de la seguridad del evento.
Durante el mismo, un joven afroamericano llamado Meredith Hunter, de 18 años, fue asesinado a escasos metros de Jagger por un "ángel del infierno", una agresión que quedó registrada por varias cámaras de vídeo.
Como consecuencia de lo ocurrido, el líder de los Stones, supuestamente se habría negado a volver a utilizar los servicios de los "Ángeles del infierno".
El ex agente del FBI Mark Young asegura que miembros de esa banda de motoristas decidieron vengarse de Jagger mientras veraneaba en su casa de los Hamptons, en Long Island (Nueva York), por lo que se hicieron con un bote y planearon un ataque desde el mar, en una fecha que el diario no precisa.
Se cree que Jagger nunca fue informado del supuesto intento de asesinato.
El concierto de los Rolling Stones en el festival californiano de Altamont ha quedado en la memoria colectiva como antagónico al de Woodstock, celebrado unos meses antes en pleno apogeo hippie.
El documental Gimme Shelter muestra que mientras los Stones estaban terminando su canción Under my thumb, Hunter, que había tenido un altercado antes con la banda, se acercaba al escenario y sacaba un arma.
Su agresor, Alan Passaro, desvió la pistola con su mano izquierda y apuñaló a Hunter en la espalda con la derecha, según relata The Sunday Telegraph.
Passaro fue detenido y juzgado por asesinato en 1972, pero fue absuelto después de que un jurado considerase que actuó en legítima defensa.