‘Suena como ayer’: 60 mil fans ovacionan a los Rolling Stones en Milán

En su primer concierto por Europa de la gira «A Bigger Bang Tour», 60.000 fans ovacionaron a los Rolling Stones en la noche del martes en Milán, donde recibieron casi de un modo frenético a su cantante Mick Jagger, de 62 años, quien apareció con una chaqueta de frac color beige y saludó al público con un «Ciao Italia, ciao campione del mondo».

Laura Moreno

En su primer concierto por Europa de la gira «A Bigger Bang Tour», 60.000 fans ovacionaron a los Rolling Stones en la noche del martes en Milán, donde recibieron casi de un modo frenético a su cantante Mick Jagger, de 62 años, quien apareció con una chaqueta de frac color beige y saludó al público con un «Ciao Italia, ciao campione del mondo».

Con el aforo completo del estadio de fútbol Giuseppe Meazza, Jagger calentó el ambiente enseguida con clásicos como «Jumpin’ Jack Flash» y «Let’s Spend The Night Together». Mucho público joven, mucho «de mediana edad», rondando los 40, y en los mejores puestos muchos que superaban los 50: «Nosotros, los que hemos crecido con los Stones», decía un ingeniero de Verona.

Por primera vez en meses volvieron a actuar los cuatro miembros del grupo juntos. El guitarrita Keith Richards recibió un enorme aplauso. El la primavera pasada, Richards, de 62 años, se cayó de una palmera en las islas Fiji y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en la cabeza. «Todo bien» dijo Richards mientras se tocaba la cabeza cubierta con un pañuelo al estilo pirata que tapaba las cicatrices.

Pero la estrella indiscutible de la noche fue el líder y cantante del grupo: Mick Jagger vibró, corrió, saltó casi como en los viejos tiempos sobre los 30 metros del escenario.

No obstante, un diario italiano criticaba hoy que su voz no estuvo a la altura, que sus entradas no fueron precisas. Otro periódico escribió algo de unas botellas de oxígeno detrás del escenario, de la sospecha de «playback» («nunca desmentida») y de las arrugas en el rostro. Pero nada de eso importa: el éxito fue aplastante.

Sonaron también algunas canciones de nuevo álbum A Bigger Bang como «Rough Justice». También fue tocaron la sentimental «Street of Love» y luego Jagger cantó «As Tears Go By» en italiano, al parecer por primera vez desde hace 40 años.

Pero el público de todas las generaciones vibró realmente con los temas de siempre como «Honky Tonk Women» o «Sympathy For The Devil» y todo el estadio acabó entregándose y coreando cuando sonó «Brown Sugar» y «You Can’t Always Get What You Want».

«El fenómeno Rolling Stones»: un éxito que arrancó con el disco de vinilo y el fan que hoy tiene más de 50 y que en aquel entonces estaba en plena pubertad y consultaba en el diccionario lo que significaba el título «Satisfaction».

«Todo ha cambiado desde entonces, sólo los Stones están ahí. Es algo bantante tranquilizador», afirmaba contento un británico no tan joven.

Con Materazzi y Del Piero

De forma similar lo ve el diario romano «Il Messaggero»: «Padres e hijos unidos por el rock», afirma. Completamente unidos en la alegría nacional de la emoción se vivió la subida al escenario de los héroes del fútbol Marco Materazzi y Alessandro Del Piero.Ya hace casi un año que comenzó en Estados Unidos la gira de los rockeros y desde entonces han tocado incluso en China y dieron un concierto gratis en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro.

Pero el inicio de la gira en Europa, que iba a ser en España, se retrasó seis semanas por el percance que tuvo Richards y los problemas con el alcohol del también guitarrista Ronnie Wood.

¿Podría ser esta la última gira? El baterista Charlie Watts, que con 65 años es el mayor del grupo, ya peina únicamente canas y no da la impresión de estar plenamente en forma y Ronnie Wood parecía estar ausente en varios momentos del concierto.

Después de todo, durante años Mick Jagger y su grupo no contestaban cuando se les preguntaba cuánto tiempo seguirían sobre el escenario. Al ser consultados en Milán sobre sus plantes el año que viene, Jagger respondió de forma pensativa: «Todavía no lo sé».

Pero nadie pensaba en ello cuando sonaba la canción que puso fin al concierto: «Satisfaction». «Suena como ayer, ¿no?» opinaba un fan cuyo aspecto delataba que se encaminaba hacia la tercera edad.

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