Primera guitarra de Paul McCartney se vende por US$ 615.000

La primera guitarra que tocó el ex Beatle Paul McCartney ha sido adquirida por un coleccionista estadounidense por 330.000 libras (unos 615.000 dólares), tres veces más que el valor estimado, en una subasta organizada por la casa Cooper Owen.

Laura Moreno

La primera guitarra que tocó el ex Beatle Paul McCartney ha sido adquirida por un coleccionista estadounidense por 330.000 libras (unos 615.000 dólares), tres veces más que el valor estimado, en una subasta organizada por la casa Cooper Owen.

La guitarra, una Rex acústica, había sido propiedad de Ian James, un amigo de la infancia de McCartney que solía prestarle el instrumento para que practicara sus primeros acordes.

La subasta, dedicada a las «Leyendas de la Música», tuvo lugar anoche en los estudios musicales londinenses de Abbey Road, donde el cuarteto de Liverpool grabó la mayoría de sus discos.

La guitarra venía acompañada de una nota del propio McCartney en la que se podía leer: «Esta guitarra perteneciente a mi compañero de escuela Ian James, fue la primera guitarra que toqué. También fue la guitarra con la que aprendí mis primeros acordes en su casa».

En un comunicado, el comprador, Craig Jackson, presidente de la firma de subastas Barrett-Jackson en EE.UU., expresó su felicidad por la adquisición y señaló que el instrumento «es un importante pedazo de la historia del rock».

«Sin esta guitarra, tal vez los Beatles no hubieran existido, es una adquisición fantástica», manifestó.

Ian James, que tiene 64 años -como Paul McCartney- y trabaja de comercial en Lancashire (norte inglés), decidió vender la guitarra para poder ahorrar un dinero para su jubilación, después de haber guardado la Rex durante años en un altillo encima de un armario.

«Supongo que, de alguna manera, ayudé a Paul a introducirse en el aprendizaje de la música», afirmó James hace unas semanas, y precisó que fueron sus abuelos quienes le compraron el instrumento a los 12 ó 13 años de edad.

«Paul y yo solíamos estar juntos y, después de la escuela, íbamos a menudo a mi casa. Ambos teníamos interés en el ‘rock and roll’ y yo le enseñaba algunos acordes», añadió, al recordar sus andanzas infantiles junto a McCartney en Liverpool (norte inglés).

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