El ex Beatle Paul McCartney y su esposa, Heather Mills, han acordado separarse temporalmente tras 4 años de matrimonio para reflexionar sobre su relación, según revela el «The Daily Mirror».
Según el tabloide, fue el cantante quien propuso esta medida, y tiene pensado comunicárselo al resto de su familia. De acuerdo con el rotativo, la pareja, que al parecer discute constantemente, debía mantener una seria conversación el pasado fin de semana, pero McCartney decidió que no valía la pena pasar por el penoso trance. En declaraciones recogidas por el «Mirror», McCartney dijo a un amigo: «No podemos seguir así. No es justo para nadie. Ya basta». Una fuente consultada por el diario asegura que «Paul no ha tomado esta decisión a la ligera, pero sentía que las cosas no podían seguir como estaban». El y Heather se estaban llevando tan mal que era imposible seguir durmiendo bajo el mismo techo», explica esa fuente, y añade: «Paul espera que el tiempo separados les permita decidir si quieren continuar la relación». McCartney, de 63 años, y Mills, de 38, se conocieron en 1999, cuando ambos asistieron a una gala de entrega de premios, un año después de la muerte de su primera esposa, Linda.
En el 2002 sellaron su relación con una fastuosa boda frente a 300 invitados en el castillo Leslie de Irlanda, en contraste con la discreta ceremonia de su matrimonio con Linda, en 1969 en un juzgado de Londres. Actualmente, McCartney y Mills tienen una hija de dos años, Beatrice. Según el periódico, la relación entre ambos siempre ha estado marcada por las discusiones. Mills, quien perdió una pierna en 1993 al ser atropellada por una moto, es una mujer independiente, «que llevaba mal vivir a la sombra de su marido», según el diario. Al parecer, ella quería aumentar sus compromisos en diversas campañas contra el uso de pieles de animales y contra las minas, mientras que el músico deseaba una tranquila vida familiar.
De acuerdo con el periódico, la pareja lleva tres semanas viviendo en casas diferentes: ella, que acaba de ser operada de la pierna, en la vivienda de Hove, cerca de Londres, y él en la casa de campo de Pearmarsh, a unos 90 kilómetros, mientras que la niña ha sido trasladada de un lugar a otro por un chófer. Según el diario, la semana pasada el cantante pasó unos días solo en el pueblo francés de Beaulieu-sur-Mer, cerca de Mónaco, para meditar sobre su situación. Un portavoz del cantante no quiso hacer «ningún comentario» al periódico sobre la noticia de su posible separación.
Tomado de www.cadena100.es