Tal vez al escucharlo podrá parecer que el tiempo se congela, pero para Paul McCartney los años también han pasado. Tras enviudar, perder a dos ex socios y divorciarse, el ex Beatle recibió una nueva comprobación de esa infalible ley de la vida.
Tal vez al escucharlo podrá parecer que el tiempo se congela, pero para Paul McCartney los años también han pasado. Tras enviudar, perder a dos ex socios y divorciarse, el ex Beatle recibió una nueva comprobación de esa infalible ley de la vida.
Pero esta vez fue una mucho más amable. Su hija Stella McCartney lo transformó en abuelo por cuarta vez, luego de dar a luz a Bailey Linda Olwyn Willis, quien nació en Londres el 8 de diciembre y pesó 3,6 kilos, según informó el portavoz Stephane Jasper, quien declaró que «todos, la madre y la niña, están muy bien. Todos están encantados con la bebé».
La diseñadora de 35 años y su esposo, el ex editor Alasdhair Willis, de 36, tienen además un hijo, Miller, que cumplirá dos años el 25 de febrero. Los otros dos nietos del ex Beatle de 64 años son hijos de Mary, de 37. Ella es la madre de Arthur, de siete, y Elliot, de cuatro. La abuela de los pequeños es Linda McCartney, quien falleció de cáncer de mama en 1998, y en cuyo honor se escogió el nombre de la recién nacida.
En estos momentos, Sir Paul se encuentra tramitando el divorcio de su segunda esposa, Heather Mills, proceso en el que ha contado con el apoyo fundamental de su hija Stella. Según lo que estipularía un acuerdo secreto de divorcio, la actriz recibiría 225 millones de dólares por la separación.