McCartney había construido dicha casita de dos habitaciones sin pedir permiso a los encargados de planeamiento de la localidad de Peasmarsh, en el condado de East Sussex (sureste de Inglaterra), y ahora deberá demolerla.
Según documentos presentados a la alcaldía local, el cantante justificó la construcción de dicho edificio de madera «para garantizar privacidad, reclusión y seguridad».
La mansión de Woodlands Farm que McCartney construyó junto a su antigua esposa Linda, es hoy utilizada principalmente por el hijo de ambos, Paul, de 28 años, quien estuvo a cargo de la construcción de la casilta de madera.
Desde que el ex Beatle se casó con la modelo Heather Mills, en 2002, la pareja ha decidido utilizar con mayor frecuencia su mansión de Hove, frente a las costas del sur de Inglaterra, valuada en unos dos millones de dólares.
Tomado de 40 Principales España.