Quien lo haya visto sobre un escenario nunca lo olvidará. En cuanto Freddie Mercury sentía que los fans lo acompañaban, se volvía imparable. Levantaba su brazo derecho hacia el cielo, con el puño cerrado. Daba vueltas con el micrófono en su soporte sobre su torso desnudo. «We Will Rock You», «We Are The Champions» enloquecían al público en los estadios.
Los fans en todo el mundo celebran su 60 aniversario el 5 de septiembre. Algunos hubieran deseado que el ex líder de Queen hubiera entendido el primer single exitoso de la banda en 1973 como una orden: «Keep Yourself Alive» (Mantente vivo).
Pero Freddie Mercury no era para nada así. Era el cantante con el «estilo de vida kamikaze», según la prensa británica. Alcohol, cocaína, mucho trabajo en estudios y sobre los escenarios del mundo, fiestas, continuamente nuevos amores y amoríos. Cuando en 1991, a los 45 años, se convirtió en el primer músico famoso en morir de sida, el disc-jockey Kenny Everett dijo: «Iluminó los dos extremos de su vida, al igual que el centro».
Durante dos décadas Mercury fue el cantante extraordinario, el ideólogo, la atracción de cada uno de los espectáculos teatrales, rimbombantes de Queen. Sin él el grupo era inimaginable. Cuando actualmente vuelven a tocar sobre un escenario el lema es «Return of the Champions».
La estrella abiertamente bisexual era consciente de que el amor podía ser mortal, escribió tras su muerte el 24 de noviembre de 1991 el londinense «Daily Mail». De todas maneras asumió grandes riesgos: «Su pesadilla era llegar a un dormitorio vacío». Pero el cantante hizo caso omiso a las advertencias de sus amigos, entre ellos Elton John. «El amor para mí es como una ruleta rusa», dijo. «No lo puedo controlar».
Allí donde el músico nació un 5 de septiembre de 1946 bajo el nombre de Farrokh Bulsara muchos se sienten ofendidos aún hoy en día por su estilo de vida. Musulmanes creyentes de la isla de Zanzíbar, en el este de Africa, solicitaron que se prohíba una fiesta en honor del 60 aniversario de Mercury, ya que se contradice con la moral de la isla, según destacaron en una petición.
La familia del cantante provenía de todas formas de India y pertenecía a la minoría persa, que creía en las enseñanzas de Zaratustra. Freddie (la versión en inglés de su nombre Farrokh) fue enviado a los 13 años a Gran Bretaña por su padre, quien trabajaba en la administración colonial británica.
En Londres Freddie encontró pronto afinidad musical con Roger Taylor, John Deacon y Brian May. Poco después de que llamaran Queen a su banda, en 1970, el cantante se agregó el apellido Mercury, por el planeta Mercurio.
Siempre quiso estar en lo más alto. Incluso en las últimas semanas de su vida, marcadas por la dureza de la enfermedad, trabajó para ello con una fuerza incalculable. En el estudio de Queen grabó canciones que podrían estar entre las mejores de su carrera. La banda completó las grabaciones y en el quinto aniversario de su muerte editó el último álbum original de Queen con la voz de Mercury. Su título: «Made in Heaven» (Hecho en el cielo).