Mick Jagger y sus compañeros Keith Richards, Charlie Watts y Ron llegaron accedieron al escenario a través de un puente construido especialmente para el show y que llevaba a los Stones directamente a su hotel.
Al son de Jumping Jack Flash, el cuarteto dio inicio a su presentación, que estuvo marcada por el carisma de Jagger, quien tiene un hijo brasileño de 6 años con la modelo y animadora de TV local Luciana Giménez. El vocalista, en su mejor portugués agradeció y dijo frases como «Copacabana, esta es la mejor fiesta del mundo» y «Es bueno estar aquí de nuevo». El concierto finalizó con su clásica canción Satifaction, mientras 10 mil policías resguardaban la seguridad, apoyados por helicópteros que sobrevolaban la playa y las decenas de embarcaciones miraban el show desde el mar. Pese a la magnitud de público no hubo muertos, sólo 12 detenidos por robo, tres personas heridas con arma blanca, 28 rescatados del mar (mientras nadaban hacia el sector Vip), un parto y 700 espectadores atendidos por cosas menores. Tras Brasil, la banda iba a Buenos Aires.
Tomado de latercera.cl