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Kelly Osbourne ha vuelto al centro de rehabilitación para recuperarse de su adicción al alcohol y los analgésicos. Kelly ha ingresado en la clínica Las Encinas, en donde su hermano Jack fue tratado de diversas adicciones. Al parecer, uno de los desencadenantes de esta crisis tiene mucho que ver con las malas críticas que ha recibido su nuevo disco, Sleeping in the nothing.
El álbum se situó en el puesto número 57 de los las listas británicas, a pesar de la intensa promoción que se le aplicó. Una fuente cercana a la artista ha comunicado al diario inglés The Mirror que «había luchado para enfrentarse a todas esas críticas. Ella había puesto su corazón y su alma en ese CD, pero todo esto le sentó mal. Nadie le ha dado una oportunidad».
Pero según la misma fuente el problema no termina ahí: «Por otro lado, están las bromas constantes sobre su peso, y eso realmente es algo que duele. Ella es en el fondo una joven mujer muy vulnerable. Usando los analgésicos y el alcohol, aleja de algún modo su malestar». Sin embargo, un portavoz de la artista ha confirmado que Kelly continuará promocionando su disco dentro de algunas semanas.
Tomado de 40 Principales España.
