En concreto, el artista manifiesta su discordia con la política que está llevando a cabo la Administración de George W. Bush. En concerto, el cantante dice que una de sus nuevas canciones, Why not nothing, es un grito de protesta contra su política. Según él, ideologías como la que preconiza el partido republicano, están ensalzando en demasía «el conservadurismo y la religión».
«Creo que los músicos tenemos la obligación de mostrar el otro lado de la moneda. No se trata de una cara que habla de ateismo total o algo parecido, sino de una forma mu particular de ver todo lo que está sucediendo, que intenta explicar que no hay que creérselo todo», explica el británico en nme.com.
Tomado de 40 Principales España.